Morreu um combatente europeu
sexta-feira, março 31, 2006
posted by Nacionalista @ 5:06 da tarde, ,
Continuem a ir ao chinês...
posted by Nacionalista @ 4:59 da tarde, ,
Estaline quis atacar a Alemanha em 1941?
posted by Nacionalista @ 12:07 da manhã, ,
Socialismo
quinta-feira, março 30, 2006
posted by Nacionalista @ 7:18 da tarde, ,
A armadilha da imigração não-qualificada
posted by Nacionalista @ 12:48 da manhã, ,
Orientações
quarta-feira, março 29, 2006
posted by Nacionalista @ 6:44 da tarde, ,
Presente!
terça-feira, março 28, 2006
posted by Nacionalista @ 9:40 da tarde, ,
Reforma do ensino
posted by Nacionalista @ 4:21 da tarde, ,
Charles Maurras, um nacional-anarquista?
segunda-feira, março 27, 2006
posted by Nacionalista @ 8:00 da tarde, ,
Depressão
Estou deprimido. Abro o jornal e o que leio? O desemprego aumenta, a precariedade social aumenta, as escolas e as maternidades são encerradas, as famílias que vivem da caridade estatal são cada vez mais numerosas, a oposição é inexistente, o CDS opõe-se à lei da nacionalidades porque esta contém “erros técnicos” e dou comigo a concordar com o PCP.
posted by Nacionalista @ 4:38 da tarde, ,
Michels e a lei de ferro da oligarquia
sábado, março 25, 2006
[1] Cfr. Idem, ibidem, p. 132.
[2] Roberto Michels, Sociologia dos Partidos Políticos, Editora Universidade de Brasília, Brasília, 1982, p. 238.
[3] Idem, ibidem, p. 96.
[4] Esta tese pôde ser verificada na experiência histórica dos partidos únicos, onde alcançou expressão máxima na técnica das purgas.
[5] Curzio Malaparte, Téchnique du Coup d'Etat, Grasset, Paris, 1931, pp. 263 e sgs.
[6] Roberto Michels, «La democrazia e la legge férrea delle elites», Op. cit., nota 573, p. 55.
[7] Robert Michels, Political Parties, Op. cit., p. 353.
[8] Robert Michels, Introducción a la Sociologia Política, Op. cit., p. 136.
[9] Idem, ibidem, p. 135.
posted by Nacionalista @ 7:11 da tarde, ,
Só não vê quem não quer (II)
sexta-feira, março 24, 2006
Um estudo publicado, ontem, em Israel, revela que os bebés com três meses de idade já manifestam preferências em questões raciais. (…) O estudo, que consistia na observação das reacções dos bebés ao olharem para um computador que lhes mostrava vários rostos, revela ainda que, aos três meses, estes preferem ver rostos da sua própria cor.
posted by Nacionalista @ 7:29 da tarde, ,
Só não vê quem não quer (I)
posted by Nacionalista @ 7:27 da tarde, ,
Encontrada na net
quinta-feira, março 23, 2006
posted by Nacionalista @ 10:56 da tarde, ,
Já conhecem Fabrice Robert?
posted by Nacionalista @ 2:39 da manhã, ,
En contra de los jóvenes
quarta-feira, março 22, 2006
No hay duda de que se vive en una época de disolución y que la condición que tiende siempre más a prevalecer es la de aquel que está “desarraigado”, de aquel para el cual la sociedad no tiene más significado alguno, de la misma manera que tampoco la tienen los vínculos que regulaban la existencia: vínculos que, es cierto, para la época que nos ha precedido, y que aun en varias áreas persisten, eran tan sólo los del mundo y de la moral burguesas. Por lo cual era natural y legítimo que para la juventud surgiese algún problema. Pero la situación debería ser considerada en su conjunto; toda solución válida debería abarcar a la totalidad del sistema; lo demás, aun por lo que se refiere a la juventud no es sino una consecuencia.
Pero que alguna cosa positiva pueda venir de parte de la inmensa mayoría de los jóvenes de la Italia de hoy es algo que debe excluirse sin más. Cuando éstos manifiestan no ser comprendidos, la única respuesta que habría que darles es la de que no hay nada que entender y que si existiese un orden normal, se trataría de ponerlos en su lugar en manera tajante, de la misma manera como se hace con los niños cuando su estupidez se convierte en fastidiosa, invadente e impertinente. A qué cosa se reduzca su anticonformismo, su “protesta” o “rebelión”, ello hoy se lo ve. No hay nada en común con aquellos anárquicos de hace algún decenio que por lo menos pensaban, que sabían de Nietzsche, de Stirner, o de aquellos que en el plano artístico y de la concepción del mundo se entusiasmaban con el futurismo, con el dadaísmo o con el Sturm und Drang promovido por el primer Papini. Los “rebeldes” hoy entre nosotros son los “melenudos” y los beat. Entre sus representantes se encuentran los fanáticos de ambos sexos por los “gritadores”, por los denominados “cantautores” epilépticos, por el marionetismo colectivo de las ye-ye-sessions y por el shake, por las “grabaciones” de discos. Examinados los rostros que se nos presentan casi sin excepción de todos ellos, no se encuentra casi a ninguno que no tenga aspecto de aturdido, o que presente señales de poseer un “carácter” y en primer término habría que comenzar por sus mismos ídolos: podemos referirnos a tal efecto justamente a los dos cantantes y a la cantante que hoy producen el éxtasis de nuestros beats. En materia de revuelta ideológica, nosotros escuchamos a estos jóvenes que ellos quieren “combatir la guerra con sus guitarras”. El slogan, del cual parece que su responsable es el muy mediocre filósofo pacifista B. Russel, “no hagan la guerra, sino el amor”, los ha entusiasmado. Y bien: si se tratase de una revuelta en serio (aun “sin bandera”, sin la contraparte de puntos positivos a oponer), si, tal como entre los hipsters norteamericanos la civilización actual fuese en verdad considerada “putrefacta y sin sentido”, hecha de “aburrimiento, pútrido bienestar, conformismo y mentira”, sin poder verse dentro de la misma una salida, ¿tales “rebeldes” no deberían en vez asumir, como slogan, la fórmula del buen Marinetti: “Guerra, la única higiene del mundo” y llenarlo todo con pintadas tales como : “¡Viva la guerra atómica!”, tales de hacer finalmente tabula rasa con todo?…
Pero por otra parte es cierto que con el pasar de los años, con la necesidad, para los más, de hacer frente a los problemas materiales y económicos de la vida, esta “juventud”, convertida en adulta se adaptará prontamente a las routines profesionales, productivas, sociales y matrimoniales, con lo cual, por lo demás pasará simplemente de una forma de nulidad a otra. […]
posted by Nacionalista @ 4:57 da tarde, ,
Princípios do Nacional-Sindicalismo
terça-feira, março 21, 2006
II. O equilíbrio Social Português e a Justiça equitativa na vida dos Portugueses, dependem exclusivamente de uma Orgânica Nacional definida na Autoridade forte independente e na Nação Organizada através dos seus grupos administrativos, sociais e económicos.
III. A Família indissolúvel protegida e dignificada é a primeira célula social e tem de ser a base da organização administrativa, descentralizada e fiscalizada, da Freguesia, do Município e da Província.
IV. O Trabalho é um Dever Nacional – Trabalho da Inteligência e da Técnica, da Propriedade, do Capital e da Mão-de-obra. O Trabalho tem de ser organizado nos Sindicatos Profissionais pela Sindicalização Obrigatória de todos os Trabalhadores.
V. Tudo deve ser Produção. A Produção tem de ser o conjunto orgânico de todos os elementos que para ela concorram. A Produção tem de ser organizada e coordenada nas Corporações.
VI. A Propriedade Privada e o Capital Privado têm uma função social imprescindível, como a Técnica e a Mão-de-obra têm a sua. A Propriedade é um direito natural – mas é necessário que a sua extensão seja definida e limitada em função da utilidade social que representa.
VII. A Economia Nacional pública e privada tem de ser disciplinada e orientada pelo Estado Técnico que deve dirigi-la e intervir nela sempre que essa necessidade se imponha para o bem comum e colectivo.
VIII. Os Grandes Meios da Produção têm de ser nacionalizados sempre que essa necessidade se imponha ao bem comum e colectivo, ao equilíbrio e justiça social.
IX. A Assembleia Nacional tem de ser unicamente constituída pelos representantes dos Municípios, das Províncias, pelo Conselho da Economia Nacional e por delegações das forças morais e espirituais da Nação.
X. O Estado tem de confundir-se com a Nação. O Estado Nacional-Sindicalista será um Estado de Trabalhadores e só de Trabalhadores. O Poder tem de ser a emanação suprema desse Estado. O Estado Nacional-Sindicalista garantirá, a todos os Portugueses que trabalham, as justas Reformas, Seguros e Assistência Sociais, através dos Sindicatos e das Corporações, sempre que as condições de Vida o exijam.
posted by Nacionalista @ 7:42 da tarde, ,
Los disturbios en Francia
segunda-feira, março 20, 2006
Porque existe una relación directa entre los saqueos y destrozos organizados, cuyos autores fueron los jóvenes magrebís y africanos de los suburbios, y las manifestaciones actuales de LOS JÓVENES FRANCESES, en contra de la nueva ley sobre el primer empleo.
Aunque la mayoría de los franceses DE ORIGEN, continúan ciegos y sordos a causa del lavado de cerebro mediático, si pensaran un poco se apercibirían del ENORME daño que la invasión tercermundista INCONTROLADA les ha causado.
El Gobierno francés NO SABE QUE HACER ahora, con la competencia graciosamente creada a sus jóvenes, y sobre todo a los menos cualificados.
Al igual que en el resto de Europa y de USA, el empresariado y la especulación de la vivienda y otros bienes y servicios, se frota las manos, ante esta SUPEROFERTA de mano de obra, que en invasión incesante GRACIAS a los despropósitos de la izquierda y a la cobardía de la derecha burguesa, disminuye incesantemente las condiciones laborales que la clase obrera tan duramente tuvo que arrancar al CAPITAL, desde allá por los 30 hasta los 70 del pasado siglo.
Ahora, y con el agravante de la explosión demográfica tercermundista (incluyo a China e India) y con el pretexto de las supuestas bondades de la GLOBALIZACIÓN, nos enfrentamos a MAYORES PENURIAS en nuestra vida laboral aquí en Occidente.
Pero no nos podemos quejar; al igual que no se quejan los tontos de Francia, que con todo siguen creyendo que NO EXISTE esa competencia de los invasores, y que todo eso son ideas de los "FACHAS" y NAZIS, siempre con su "odio" racial a cuestas.
Así les va… y así nos irá al resto.
posted by Nacionalista @ 9:17 da tarde, ,
Andamos a tentar cativar o eleitorado do BE?
domingo, março 19, 2006
posted by Nacionalista @ 4:51 da tarde, ,
As vantagens da miscigenação
Reproduzo, sem comentários, um pequeno texto aparecido no Citizens Informer, vol. 36, nº 1, Janeiro-Março 2005 (jornal do CofCC).
* * *
Miscegenation - The Health Consequences
A report from a study conducted by researchers at the University of North Carolina at Chapel Hill, published in the November 2003 issue of the American Journal of Public Health, revealed a greater incidence of various health problems among the 90,000 children surveyed who identified themselves as mixed-race.
Now an Associated Press report from Jan. 31 focuses on a specific problem faced by mixed-race offspring: difficulty in finding suitable donors for bone marrow transplants due to biological differences in ethnicity. “Because bone marrow transplants usually are made with a relative or someone with the same racial or ethnic background as the patient, multiracial people rarely have success,” the article explains.
Whites have a 90% chance of finding a match.
Various reasons are cited for the difficulties encountered by multiracial persons, one of which is sheer variety of ethnic mixes; another is the greater tissue variation present in non-whites.
As one mother said of her son, who is in need of a transplant, “…he’s not a good candidate for a match … because my husband is Puerto Rican and I’m of northern European heritage.”
Various proposals have been discussed in an effort to alleviate these consequences, such as increasing participation of multiracial persons in clinical studies, or donor drives.
Meanwhile, we recur to a wise old adage: An Ounce of Prevention is worth a Pound of Cure.
posted by Nacionalista @ 2:10 da manhã, ,
A Europa como espaço de civilização (II)
sexta-feira, março 17, 2006
Sem limites, um espaço político não pode existir; a lógica política é uma lógica de enraizamento territorial, de fronteiras que delimitam o campo do exercício da soberania. O futuro Grande Espaço Europeu deverá ser necessariamente limitado, o que implica uma reflexão prévia sobre esses limites.
A Norte e a Oeste, as fronteiras do continente europeu encontram o seu «limes» evidente nos oceanos Árctico e Atlântico. No Sul, apesar do lirismo mediterrânico, é evidente que, após as conquistas árabes do Medievo, o «Mar Branco» (nome árabe do Mediterrâneo) alberga nas suas costas Norte e Sul dois tipos diferentes de civilização. Esta é também a principal razão para excluir a candidatura turca à União Europeia. A Este, pelo contrário, os limites que separam a Europa e a Ásia são menos evidentes. Após o golfo da Finlândia-Mar de Azov, a península europeia funde-se com a imensidade da planície norte-asiática; o espaço abre-se e as fronteiras do velho continente flutuam ao ritmo dos movimentos dos povos e das correntes de civilização. Assim, tivemos a seu tempo a Rússia de Kiev (sécs. IX a XII) edificada como vanguarda europeia sobre o eixo do Báltico ao Mar Negro (recordemos que no ano de 1044 o Grão-duque Iaroslav enviou em matrimónio uma das suas filhas a Henrique I de França); mas as invasões mongóis do século XIII alteraram a situação. Moscovo caiu em 1238, Kiev resistiu até 1240 e, por muitos anos, a Ásia estendeu-se desde Chipre até ao Dniepr. No século XVI, após a tomada de Kazán (1551) e de Astrakán (1556), Ivan o Terrível estende a «ecumene» europeia por todo o Volga. Moscovo torna-se um dos pólos espirituais da nossa civilização. No século XVIII, após novas vitórias, o geógrafo oficial da corte de Pedro o Grande, Tatichtchev, coloca nos Urais o limite geográfico entre a Europa e a Ásia. Estas modestas montanhas, facilmente franqueáveis, nada mais são do que um simples convencionalismo: depois da aventura dos cossacos de Yermak, no século XVII, a Rússia tomou posse das imensidades siberianas e a Europa, enquanto civilização, estendeu-se, de facto, desde o Atlântico até ao Pacífico.
Na sua infinita riqueza, a tradição política europeia apresenta-nos, fundamentalmente, três tipos de «polis»: a Cidade, o Estado e o Império. Os dois primeiros modelos convêm aos pequenos espaços mais ou menos restringidos, e é por isso que a ideia de «Império» merece actualmente a nossa atenção. A concepção imperial é possuidora de conotações precisas enquanto objecto de estudo no campo da filosofia política: o Império é um tipo de unidade política que associa as etnias, os povos e as nações mais diversas, reunidas em torno de um princípio de soberania de carácter moral. Respeitador das identidades, o Império é animado por uma soberania fundada nas alianças mais do que no controlo territorial directo. Fundar um Império, já foi dito, é circunscrever um mundo. Geralmente coincidente com uma área cultural, o Império é, efectivamente, a expressão política institucional do «patriotismo de civilização» (J. Evola).
Assim, face aos EUA e às novas civilizações emergentes, a Europa tem de se construir sobre uma base federal que reconheça a autonomia de todos os seus componentes e organize a cooperação entre as regiões e as nações que a constituem. A civilização europeia construir-se-á sobre a soma – não a negação – das suas culturas históricas, permitindo assim a todos os seus habitantes tomar plena consciência das suas origens comuns. A chave de cúpula desta Europa deve ser o princípio de subsidiariedade: em todos os níveis, a autoridade inferior delegará o seu poder na autoridade superior apenas nos terrenos que escapam à sua competência. O novo «Império», que será um Império de Vladivostok a Reiquiavique, representa de alguma forma a «Grande Jónia» no plano do pensamento e a «Grande Roma» no plano do poder político.
Para isso, a Europa deve libertar-se do jugo que a asfixia desde 1945. Trata-se de expulsar os EUA da Europa. Por todos os meios. Há que considerar tudo para destruir a presença americana na Europa. O nosso objectivo deve ser: nem um só soldado americano nos territórios europeus. Não se trata, pois, de tomar distâncias. Trata-se de destruir a política americana na Europa, de expulsá-los dela.
Celtas, germanos, gregos, eslavos, escandinavos, latinos, iberos, ou mais exactamente Nós, os seus descendentes, temos que nos considerar agora um único povo, herdeiros da mesma terra, uma imensa pátria com recursos colossais em matérias-primas e em energias humanas, nascida de uma História comum. A Grande Europa será o maior território político unificado de toda a história da humanidade, estendendo-se sobre catorze meridianos. «Só existe política para aqueles que aspiram à grandiosidade», dizia Nietzsche.
A nossa fronteira está na Mongólia frente à China. Sobre o Atlântico e o Pacífico frente à república imperialista norte-americana, superpotência única mas cujo declínio geoestratégico e cultural começa a dar os seus primeiros sintomas. E sobre o Mediterrâneo e o Cáucaso, frente ao bloco muçulmano que será a primeira fonte de ameaças, mas também, se formos fortes, um excelente parceiro…
Temos a sorte, Nós, descendentes de povos irmãos, de possuir um espaço potencial que poderá constituir para os nossos filhos aquilo que Carlos V sonhou e que não pôde manter: «um Império sobre o qual o Sol nunca se põe». Finalizo esta intervenção com umas palavras de G. Faye do seu livro «Arqueofuturismo» que expressam de forma clara, o que poderíamos denominar de Europa-esperança:
«A constituição de um conjunto eurosiberiano seria, para a História humana, uma revolução muito mais importante que a efémera construção da União Soviética ou dos Estados Unidos da América. Este acontecimento de alcance mundial só se poderia comparar à construção do Império Chinês ou do Império Romano.
Amanhã: do golfo de Brest ao de Port Arthur, das nossas ilhas geladas do Árctico ao Sol vitorioso de Creta, da meseta da estepe e dos fiordes aos montes baixos, cem nações livres e unidas, agrupadas num Império, poderiam talvez conceder-se o que Tácito chamava o Reino da Terra, Orbis Terrae Regnum.»
posted by Nacionalista @ 10:23 da tarde, ,
A Europa como espaço de civilização (I)
quinta-feira, março 16, 2006
O mundo pós-guerra fria que lhe sucedeu não é, por muito que custe a Fukuyama, o mundo do fim da história, o mundo da universalização entendida como a extensão «ad infinitum» da democracia burguesa.
Para os povos e nações da Europa, o futuro está em aberto. As perspectivas estão ainda por definir: imprevisibilidade do universo político-estratégico, emergência e estruturação de vastas regiões planetárias, necessidade de afirmação de um Grande Espaço europeu.
O projecto da Nova Ordem Mundial (NOM) propõe uma ordem internacional fundada sobre o universalismo do direito e sobre o triunfo do mercado. Mas a NOM, nas suas declarações, não vai mais além, deixando o caminho livre às mais diversas interpretações. Para uns, a NOM seria unipolar: os Estados Unidos, de agora em diante, ostentariam em exclusividade o papel de polícias do mundo. Para outros, a NOM deveria ser «onusiana», assumindo a ONU o papel que Franklin D. Roosevelt tinha prevista para ela. Hoje, é nos imposta a primeira versão.
O sonho de uma NOM americanocêntrica sobrepôs-se, certamente, às demais versões. A diplomacia americana centrou-se numa definição estrita, já que não é responsável, dos interesses do país. E o liberal-mercantilismo nacional pretende fazer do comércio, para parafrasear Clausewitz, a continuação da guerra por outros meios. A diplomacia ianque é uma diplomacia de assalto e acosso económico. A mundialização impõe-se aos factores estatais mais poderosos, sem possibilidade de escolha.
A proliferação de Estados desde o final da guerra fria não nos deve fazer cair em erro. Esta forma política não detém a exclusividade do jogo mundial, pois o sistema clássico de Estados é hoje acompanhado por outro sistema de actores «exóticos e anónimos»: empresas transnacionais, organizações não-governamentais, máfias, seitas, etc.
A história não contém em si promessa alguma, não é portadora de nenhum «sentido»; o famoso «fim da história» anunciado por Francis Fukuyama é uma falácia em todos os sentidos. Vivemos, efectivamente, o fim de uma concepção escatológica da história. A crença numa história transparente e apreensível pela razão esfuma-se, porque é o que é: muito mais uma ilusão do espírito do que uma realidade.
Em 1951, em plena «época quente» da guerra fria, o jurista e politólogo alemão Carl Schmitt julgava impossível a extensão de um único sistema político, económico e social à totalidade da superfície terrestre. Contra o universalismo da «ilusão tecno-industrial do mundo» mantido tanto por marxistas como por liberais, Schmitt anunciava a possibilidade de um «novo pluralismo» sucessor da bipolaridade Este/Oeste. O futuro «nomos» da Terra fundar-se-ia sobre a coexistência de uma pluralidade de entidades «portadoras de uma ordem autónoma»: os «Grandes Espaços». Carl Schmitt entendia o termo «nomos» como a ordenação política, social e económica do mundo («nomos», em grego, significa «organização»).
Jogando com o princípio de ingerência conforme à razão política, C. Schmitt propunha a definição de um novo «nomos» fundado no equilíbrio entre Grandes Espaços, adoptando cada um deles a sua própria doutrina Monroe.
Falta precisar o que é um Grande Espaço. Carl Schmitt designa deste modo as grandes unidades de «sentido» e de poder que observa em emergência. Particularmente estruturados por uma ou mais potências directoras e economicamente auto-centrados, a sua estatura e zona de influência estende-se por cima dos limites de um Estado-Nação. Um Grande Espaço seria um bloco de nações reagrupadas sobre bases geográficas, históricas, culturais e económicas e dotado de capacidades políticas e estratégicas. Os Estados-Nação não poderão esperar que a massa critica exija a extensão dos seus horizontes, pois só os Grandes Espaços serão capazes de exercer com eficácia a completa soberania.
Como explicou Jean Thiriart, «não pode existir uma grande quantidade de especializações (em produtos ou serviços) senão ultrapassando um certo limiar crítico. O «limiar crítico» é um dado essencial para quem queira compreender a história moderna. História intimamente ligada à tecnologia.
Um padeiro não pode viver senão numa povoação com pelo menos 500 lares. O dono de uma garagem, numa cidade de 5000 lares. Uma indústria siderúrgica, num país de 25 milhões de habitantes. Uma fábrica de camiões pesados, numa população de 500 milhões. O limiar crítico da indústria aeronáutica situa-se num país de pelo menos 100 milhões de habitantes. O lançamento de satélites com êxito e amortizável exige um país de, pelo menos, 200 milhões de habitantes. A investigação fundamental em física não pode ser financiada senão por superpotências militares (250 milhões)».
A globalização das relações internacionais impõe novas formas políticas. Os mundialistas sonham com a constituição de um governo mundial, sonho que cada dia se evidencia mais como uma quimera. Constituída por várias culturas, povos e etnias diferenciadas, a humanidade não é uma unidade de pensamento, de concepção nem de acção susceptível de dar nascimento a uma república universal qualquer. Quando a «comunidade internacional» evoca este propósito, Julien Freund compara-a a uma «espécie de mercado de moral, de política, de direito, de economia, de história e de filosofia da história que não pode ocultar quão vaga é esta definição». Nenhum centro de poder é possuidor pleno nem da vontade nem dos meios para impor uma ordem universal. Numa palavra, o mundo é um «pluriversum» (C. Schmitt), uma pluralidade de colectividades particulares e independentes.
posted by Nacionalista @ 11:57 da tarde, ,
Europa uma nação
quarta-feira, março 15, 2006
posted by Nacionalista @ 10:59 da tarde, ,
Uma morte oportuna
posted by Nacionalista @ 12:24 da manhã, ,
Michels e a renovação dos dirigentes
terça-feira, março 14, 2006
Michels não é tão dramático como os seus antecessores. As substituições brutais não são fenómenos frequentes, pois ao longo do processo histórico preserva-se sempre uma base dirigente, que qual constante imprime direcção à política.
As bases iniciais são regularmente identificadas como aristocracias ligadas à terra, à guerra, ou a ambas. São as primeiras minorias dirigentes que deixam traços para o futuro através da transmissão biológica. As elites iniciais foram submetidas à erosão multiforme da decadência demográfica, do celibato, da guerra, do atraso em relação às novas perspectivas de influência social. Diminuíram quantitativamente e foram perdendo a sua posição de hegemonia económica.
Tais perdas, contudo, não afectaram proporcionalmente o poder político da velha aristocracia histórica. Ela foi simplesmente obrigada a abrir fileiras a novos membros por uma razão eminentemente estratégica, uma razão de sobrevivência. Chefes enobrecidos pelas funções estatais desempenhadas, plutocratas poderosos pelos meios financeiros manuseados, comerciantes influentes, banqueiros e, eventualmente, cientistas de grande reputação, viram o caminho aberto para o círculo estreito dos dominadores.
A classe dirigente surge em Michels como uma ampliação ou recomposição da velha matriz medieval, que se alarga com a indispensável integração de altos funcionários e homens de dinheiro e saber. Em vez de rupturas sangrentas e difíceis, Michels propõe um esquema evolutivo que, partindo de uma classe nobiliária feudal chega a uma classe mista, composta por indivíduos provenientes também de classes médias. Ou seja: a classe dirigente conserva-se, abandonando a sua pureza – não é uma casta do subcontinente indiano. Esta continuidade, aos olhos do autor, chocava com a sugestão de Pareto. Michels escrevera: «O sentido vivo e mais profundo da chamada teoria da circulação das elites encontra-se na tese do renovamento perene da sociedade humana pela continuada ascensão de pessoas pertencentes aos estratos baixos e médios e sua entrada na classe dominante para substituir as antigas famílias condenadas à esterilidade física e psíquica. Quem escreve procurou muitas vezes explicar, na base de factos históricos, que não se trata tanto de uma verdadeira eliminação da velha classe dominante por meio de uma nova, mas ante de um amálgama, de uma fusão. O único caso de uma circulação totalitária e, portanto, definitiva, é o da Rússia bolchevique»[1].
A redefinição da classe política, como se verifica, ocorre normalmente sem tragédias e mesmo nos casos de acertos provocados por revoluções, uma parte da elite dirigente passará à nova, e tal fenómeno não é estranho ao facto dos dirigentes pertencerem à mesma classe social e de manterem entre si laços de solidariedade. Mesmo entre o movimento proletário revolucionário, Michels sublinhava a direcção de elementos de classe média e os que eventualmente ascenderam da classe operária não resistiam a um inevitável emburguesamento.
Como comenta, «a nobreza sempre rejuvenesceu com a entrada de elementos heterogéneos pertencentes à classe média»[2]. Deste modo, os dirigentes de classe média, instalados na direcção dos movimentos proletários e operários, nos movimentos socialistas, não buscariam outra meta senão a de conquistar um lugar próprio na elite política.
Quanto à ideologia também Michels é explícito: «Toda a classe nova que entra em liça contra os privilégios de uma classe já instalada no poder inscreve na sua bandeira a palavra de ordem: reivindicações do género humano»[3]. Uma delas, que argutamente refere, é da sociedade sem classes, mas a história fornece amplas exemplificações desta regra.
A tentativa de penetrar na elite é uma constante e só contribui para a revigorar. Essa penetração faz-se com o apoio das massas, que acabam por oferecer os peões de um jogo e xadrez comandado por minorias. «Não são as massas que arruínam os dirigentes, mas sim os novos dirigentes que usam as massas para tal finalidade»[4].
Renovação e continuidade são a regra que Michels estabeleceu no que toca à minoria dirigente, sublinhando contra o marxismo a independência desta face aos maiores grupos de poderio económico, assegurando que ela não é inevitavelmente uma serventuária da sua vontade[5].
- António Marques Bessa, Quem Governa?
_____________
[1] Roberto Michels, Nuovi Studi sulla Classe Política, Op. cit., p. 155.
[2] Idem, ibidem, p. 77.
[3] Roberto Michels, Studi sulla Democrazie e l’Autorità, Op. cit., nota 573, p. 5.
[4] Roberto Michels, Introducción a la Sociologia Política, Op. cit., p. 101.
[5] Cfr. Idem, ibidem, p. 103.
posted by Nacionalista @ 10:39 da tarde, ,
Cartazes de que gosto
posted by Nacionalista @ 12:51 da manhã, ,
Cartazes de que gosto
posted by Nacionalista @ 12:49 da manhã, ,
Alarga-se a rede
segunda-feira, março 13, 2006
Já conhecem o Portugal aos Portugueses?
posted by Nacionalista @ 6:53 da tarde, ,
Milosevic
domingo, março 12, 2006
posted by Nacionalista @ 5:46 da tarde, ,
Isto é arte
sábado, março 11, 2006
posted by Nacionalista @ 7:47 da tarde, ,
POR QUÉ IRÁN NO ES CREÍBLE NI FASCINANTE
Los jueguecitos detrás del escenario
1. En 1979 en plena revolución islámica los iraníes capturaron muchos rehenes americanos. En junio de 1980 el ayatollah Jomeini se inclina por la liberación de los rehenes. En octubre, en el hotel Enfant Plaza de Washington, McFarlane, James Baker, futuro secretario de Estado americano y el director del espionaje israelí Ari Ben-Menashe, se reúnen con el representante iraní Omshei. Después de este primer encuentro, desde el 17 de aquel mes en París, en el Hotel Ritz, se reúnen por tres días los representantes israelíes, los americanos (entre ellos los jefes del espionaje Bush y Casey) y los iraníes. Los israelíes ruegan en diversas ocasiones a los iraníes que retarden el mayor tiempo posible la liberación de los rehenes. Quieren que Carter sea vencido por Reagan, hombre por el que el sionismo ha apostado. La liberación de los rehenes permitiría, por el contrario, al presidente saliente ser reelegido; pero este hombre es odiado por Tel Aviv porque su acuerdo en Camp David con el presidente egipcio Sadat les ha obligado a retirarse del Sinaí. Es importante hacer notar que la venganza israelí contra el sucesor de Nasser será consumada poco tiempo después por los “Hermanos Musulmanes” mostrándose así como tontos útiles para el Mossad.
Después de los tratos secretos con «el Gran Satán», los iraníes deciden postergar la liberación de los rehenes permitiendo a Reagan ser elegido, exactamente como los israelíes habían pedido.
2. Al mismo tiempo (23 de septiembre) ha estallado la «Guerra del Golfo» entre Irán e Irak. Se cree que Irak ha sido lanzado por los EE. UU. contra Irán. La opinión pública sin embargo no está al corriente de que Irak está intentando equilibrar las diferencias nucleares con Israel y que, para impedir esto, la aviación israelí ha abatido el 27 de junio de 1980 el DC9 de la compañía Itavia en tránsito por el cielo de Ustica. En Tel Aviv se creé que en aquel vehículo se encuentra el uranio enriquecido para Saddam. Dejando aparte esta tragedia impune que tendrá un corolario en la masacre israelí[1] de la estación de Bolonia, nos damos cuenta de que precisamente mientras Bagdad está ocupado en la guerra contra Irán, la central nuclear iraquí de Osirak es destruida el 7 de junio de 1981 por la aviación israelí. A la luz de esto es lícito preguntarse: ¿el motivo de la Guerra del Golfo era verdaderamente el debilitar a Irán como nos han siempre dicho, o más bien frenar el único serio adversario de los israelíes – Siria aparte – después de la desnasserización de Egipto, o ese Irak que incluso bombardeará Tel Aviv nueve años más tarde?
3. En 1986 estalla el escándalo del Irangate. Se descubre que los americanos han abastecido armas a Irán (al margen de a Irak) durante la Guerra del Golfo mientras los israelíes han desempeñado el cargo de abastecedores y de mediadores. Se tenga bien claro que, durante todo el conflicto, los americanos tendrán relaciones con ambos contendientes, los israelíes sólo con Irán. Arrastrados por el escándalo, los americanos dirán que las armas se habían cedido a Teherán a cambio de los rehenes. Pero es una falsedad clamorosa visto que los rehenes americanos habían sido liberados el 20 de enero de 1981 mientras los misiles se habían vendido a los iraníes al menos hasta 1985… Téngase en cuenta, en passant, que el escándalo del Irangate había estallado gracias a unas revelaciones del semanal libanés pro-sirio Al Shiraa que de esta manera entendía denunciar la no fiabilidad iraní.
4. Por lo demás, analicemos la operatividad iraní en este cuarto de siglo, dotándonos de una mínima objetividad, no puede eximirse de poner de relieve cómo ha sido enteramente dirigida hacia una política que mira la hegemonía regional. Incluso en la Palestina ocupada, los iraníes han desempeñado el papel de polo catalizador que se ocupaba de debilitar la autoridad palestina y la causa nacional (que como tal no es ni considerada desde una óptica teocrática). Difícil reconocer una función positiva para Palestina en la política iraní; mucho más libre claro es ver un cointerés con Israel en el desmembramiento de este pueblo martirizado.
5. Si el cinismo y el oportunismo iraní en Palestina es en todo caso motivo de análisis, resulta escandaloso cuando hablamos del Irak de hoy. El presidente fantoche de Bagdad, aquel talibán con la fuerza de un apoyo popular inferior al 9% que habría «liberado» el país, ha sido respaldado públicamente por el líder iraní Ahmadinejad[2] que les ha asegurado el apoyo político. Pero todavía hay más: los iraníes adiestran los escuadrones de la muerte chiitas de la SCIRI que torturan, masacran y abastecen de apoyo militar y policial a los invasores americanos y a los departamentos especiales israelíes. Claro está no participan en esta ignominia todos los chiitas del Irak, pero cierto es que lo hacen aquellos enlazados directamente con Teherán. En particular los secuaces de los ayatollah Al Sistani y Al Hakim que han entrado en masa en las fuerzas de policía que obedece al ocupante.
6. Desde hace pocos días la noticia que Bush pretende abrir relaciones diplomáticas con Irán. Tales relaciones, en cualquier caso, habían continuadas bajo mano, en tanto que importantes exponentes de la administración americana, como Douglas Feith y Michel Ledeen – que estuvo entre los principales organizadores de pistas confusas por la masacre de Bolonia – han sido indagados en su patria por relaciones ambiguas con una potencia «enemiga».
No es un discurso «contra» Irán
Con todo esto no quiero decir que Irán sea el fantoche de Israel o el aliado de los Estados Unidos. Sostengo que, ni más ni menos de cuanto sucedió con la Unión Soviética, se comporta como una cínica potencia que persigue sus propios intereses, instrumentalizando y traicionando la fe de los demás cuando es necesario. Un día, quizá, ya no le será más concedido a Teherán jugar de manera desenvuelta y no se excluye que la situación se convierta en ese momento explosiva; a causa de Turquía, la rival local: o del avance americano hacia Asia Central o, finalmente, porque Israel no tolera que existan sujetos demasiado fuertes en el área: ha reforzado el Irán en clave antipalestina y anti-iraquí pero ahora es posible que quiera debilitarlo.
Cuando se verifique una crisis importante será natural, por parte de todo hombre libre, tomar partido por el pueblo y por la nación iraní; ni más ni menos de como debería suceder para Corea del Norte o para cualquier otro país amenazado.
Atribuir a Irán significados que desempeña en la comedia política, pero que no corresponden en ningún caso con la práctica, es, en cualquier caso, un deformante vicio de lectura, frecuentemente determinado por un transfer que no estaría mal psicoanalizar. El discurso sobre las necesidades psicoanalíticas por buena parte del áreas ghetizandas nos llevaría muy lejos y lo afrontaremos en otro lugar.
Aquí atengámonos al significado político real (no subjetivo) de algunas tomas de posición fanáticamente partisanas. El extremismo islámico, en todas sus formas, es cualquier cosa menos ir en contra a las potencias dominantes. La absolutización monárquica y/o teocrática ha servido para desintegrar ese fenómeno socialnacional, laico, inspirado en los modelos del Eje y para hacer degenerar en tal manera la causa árabe, debilitando contemporáneamente a Europa. Los principales aliados de los EE. UU. son Arabia Saudita, Kuwait, Jordania, Marruecos, Emiratos Árabes y Pakistán, países, todos ellos, con una fuerte imagen islámica. Libia desempeña la función de falso opositor y de payasesco vasallo; del Irán ya lo hemos dicho.
En cuanto al así llamado «terrorismo islámico» hay que recordar que ha sido encuadrado, organizado y quizá incluso en buena medida concebido por los EE. UU. y por Israel; generalmente con la participación del Pakistán y de las mafias bosnias. Al Qaeda es una criatura de las superpotencias; el terrorismo checheno es subvencionado por la alta financia en clave anti-rusa. Los mismos Hermanos Musulmanes han sido utilizados en Egipto para la más grande gloria de Israel; el FIS en Argelia ha sido durante tiempo sostenido por los EE. UU. Incluso Hamas en Palestina tiene extrañas protecciones anglo-americanas y goza de una áurea de impunibilidad en su fábrica de suicidios[3].
No es un discurso «contra» el Islam
Si prestamos atención: no es un razonamiento anti-islámico. Soy un partidario encarnizado del derecho (es más, del deber) de cada pueblo de mantener y cultivar costumbres y creencias propias cada uno en su casa. No creo por lo tanto en el «conflicto de civilizaciones» que considero un escamoteo israelí-americano que tiene que ser rechazado. Rechazado, no invertido. Por lo que respecta al Islam, tengo una pasión por el comandante Massoud y no sólo porque ha sido asesinado. Tengo una gran consideración por la obra de islamización socioexistencial que el jeque Yassín está llevando a cabo en Marruecos y que viene obstaculizada por el monarca local, pretendido descendente del Profeta, que junto a todos los monarcas musulmanes es uno de los pilares americanos en el mundo árabe. Manifiesto, por el contrario, una aversión política y humana por el llamado terrorismo islámico que, mediante su gran aliado pakistaní, EE. UU. e Israel han concebido, alimentado y desencadenado en todas sus formas (Al Qaeda como la guerrilla chechena). Creo que ha sustituido el lugar del enemigo/fantoche comunista y que permite a EE. UU. mantener y hacer prosperar su dominio. Desde aquí parto en mi condena política por la función instrumental del integrismo; así como de aquí nace mi desconfianza total hacia el régimen de Teherán.
Quiero decir con esto que la gestión política mundial procede desde hace sesenta años según format bien preciso. Es así cómo se mueven los americanos. Estos format no se renuevan nunca: hay una «Tesis» (el comunismo invasor, las potencias del mal, el terrorismo organizado), con una «Antítesis» (el anticomunismo, el conflicto de civilización) y una «Síntesis» que no es otra cosa que la meta preestablecida a Nueva York (y en subordinación a Washington). Aceptar la «Antítesis» quiere decir ayudar a quien dirige; rechazar la «Antítesis» aceptando la «Tesis» (en este caso la valencia revolucionaria del terrorismo islámico o aquella del régimen de Teherán) nos lleva al mismo resultado. La totalidad se mueve sobre la falsa línea de la «estrategia de la tensión». Es necesario siempre escoger una tercera posición.
Se debe entender cuál es el verdadero juego, partiendo del axioma que nada es como se presenta. Conociendo los format con los que los americanos han actuado desde hace sesenta años, comprender la realidad más allá de la ficción no es tan arduo.
Pero no confundamos inquisición y Tradición
En conclusión, el mío no es ni tan sólo un discurso anti-iraní. Que no pruebe ninguna simpatía, estima o atracción por su sistema es otra cosa, pero sus propios asuntos no son cosa mía; afortunadamente no soy un global ni tengo intención de serlo. Si a ellos gusta un régimen puritano, prohibicionista, fanático y corrupto son muy libres de tenerlo. Si necesitan de «guías espirituales» que prometen el paraíso o la vida eterna para poder marchar erectos; si, en definitiva, deben caminar con prótesis, que lo hagan libremente, mientras no busquen, ellos como cualquier otro «teócrata» cortarnos las piernas. Si nos les gusta el vino, el cerdo y el Eros, son muy libres de pertenecer a OTRA civilización respecto a la mía y a OTRA visión del mundo. Y yo soy libre de defenderla de ataques de los demás, como defendería a otros de sus ataques.
No estoy en todo caso dispuesto a caer en la superficialidad de los extremistas (los «adolescentes» de la revolución) porque son radicales (o sea arraigados) y no me gusta que me tomen el pelo ni emborracharme con habladurías rimbombantes. Por esto intento de levantar la «persiana» para ver que hay; y siempre por este motivo insisto en gritar «el rey esta desnudo».
Añado que rechazo la exaltación de un régimen teocrático que serpentea aquí y allá en cierta parte del «precipitado» político post/neo/fascista. En primer lugar porque aborrezco todo genero de teocracia y cualquiera que instrumentalice la idea y el nombre de (cualquier) Dios para el propio poder, para imponer a los hombres reglas que lo aprisionan y que le impiden precisamente alcanzar la búsqueda de Dios dentro de sí mismos. Pero ése es un discurso que nos llevaría demasiado lejos.
Finalmente, que es más importante, rechazo el rencor reaccionario que se enmascara detrás de intentos revolucionarios (el antiamericanismo, la defensa del Tercer Mundo) sólo para exaltar un andamio estatal formado de prohibiciones, inquisiciones y represiones.
Quien confunde la «revuelta contra el mundo moderno» con la exaltación del oscurantismo – de cualquier genero de oscurantismo – nada tiene que ver con la tradición histórica, política, cultural que a mi interesa, que nace en la noche de los tiempos, que se hace consciencia activa en la Hélade y Civilización en Roma y después de una larga convivencia con la banalidad retorna prepotentemente a proponerse en versión heroica en el «siglo breve» de la primera mitad del Novecento[4].
[1] El actual debate en curso acerca de quién fue el ejecutor de la masacre de Bolonia (Kramm, la «súper logia» de Montecarlo, los servicios secretos) no atañe a los «mandantes» y las organizadores de la operación. Los cuales son patentes, visto que reivindican por escrito las propias responsabilidades, como ha hecho el Mossad, que considera que fueron precisamente los halcones sionistas quienes sugirieron y organizaron las «desorientaciones» pertinentes.
[2] Todo el vocifería hecho sobre la afirmación pública de Ahmadinejad a propósito de la negación del derecho de Israel a la existencia es bastante sospechosa. No sólo porque Ahmadinejad no se habría expresado exactamente en esos término, sino porque esta tesis es un estribillo desde siempre en gran parte del mundo árabe. Si se han encendido los reflectores sobre estas afirmaciones significa que EE. UU. y/o Israel han decidido presentar a la opinión pública occidental a Irán como el enemigo (es indicar a los extremistas su Golstein de Gran Hermano). Si esto es sólo una farsa, o, por el contrario, precede a un cambio real de las relaciones, no podemos decirlo a fecha de hoy.
[3] En los territorios ocupados, o más bien bajo control israelí, existe una fundación que se ocupa de la ayuda psicológica y práctica de los parientes de los guerrilleros suicidas. Esta fundación, está dirigida por Hamas, y financiada con capital anglo-americano. De ahí salen regularmente los nuevos «suicidas». Israel, que tiene el poder de hacer lo que quiere en cualquier parte, que no respeta vidas, leyes o formas en algunas partes del globo, no es capaz, sin embargo, de erradicar esta institución no de impedir que sea aprovisionada de fondos…
[4] Siglo XX (N. del T.)
posted by Nacionalista @ 3:54 da tarde, ,
Se o ridículo matasse...
sexta-feira, março 10, 2006
posted by Nacionalista @ 7:23 da tarde, ,
The Hidden Army Of Radical Islam
quinta-feira, março 09, 2006
posted by Nacionalista @ 10:09 da tarde, ,
Crédito Social: Uma Reforma Distributista do Sistema Financeiro
No coração da finança capitalista encontra-se o sistema bancário de reservas fraccionadas. Através deste engenhoso meio de gestão do dinheiro, os banqueiros conseguem extorquir enormes quantidades de dinheiro em pagamento de juros aos seus clientes. Digo “extorquir” porque os lucros gerados por este processo são imerecidos.
O sistema de reservas fraccionadas funciona do seguinte modo: o Sr. Silva vai ao banco A e deposita 1000€ em dinheiro. O banco A só é obrigado a manter uma pequena parcela desse dinheiro nas suas reservas, digamos entre 3-10%, enquanto que o resto pode ser emprestado. Digamos que o Sr. João quer pedir 900€ emprestados ao banco A para poder comprar um carro usado. Partamos do princípio que o Sr. João não quer pagar o carro em dinheiro, e que prefere pagar com um cheque. Quando o Sr. João vai ao banco A com o seu pedido, e o banco concorda em conceder-lhe o empréstimo de 900€, o banco não lhe vai dar os 900€ depositados pelo Sr. Silva; ao invés, irá duplicar estes 900€ ao passar um cheque ao Sr. João. Isto ocorre por que o dinheiro a crédito, i. e., dinheiro que tem de ser pago com juros, é tão válido como o papel moeda como meio de troca. Assim, quando no início do processo só havia 1000€ em dinheiro, o banco acrescentou 900€ adicionais à oferta de dinheiro através do sistema de reservas fraccionadas. Quando o Sr. João entregar o seu cheque ao vendedor a quem comprou o carro, e este por sua vez o depositar no banco B, todo este processo de gerar novo crédito e assim dinheiro novo repete-se.
De facto, estima-se que cerca de 95% da oferta de dinheiro numa economia moderna é criada ex nihilo pelas instituições financeiras deste modo. O problema do sistema de reservas fraccionadas é que apesar de não custar quase nada aos financeiros criar este novo dinheiro, eles ainda assim insistem no pagamento de juros. O resultado é a usura, entendida tradicionalmente não como a cobrança de uma quantidade exorbitante de juro, mas como a cobrança de qualquer juro num empréstimo não-produtivo. Um empréstimo pode ser não-produtivo de duas maneiras. Um empréstimo pode ser não-produtivo no sentido em que não vai ser usado para financiar produção lucrativa (profitable), ou não-produtivo no sentido em que o empréstimo não é o produto de um processo gerador de custos. Empréstimos que são o resultado do sistema de reservas fraccionadas não implicam, por si só, um custo significativo para o seu produtor, portanto a cobrança de juros nestes empréstimos é usurária.
Além da injustiça intrínseca deste sistema, este modo de criar e fornecer dinheiro acarreta algumas consequências muito prejudiciais. De cada vez que um banqueiro cria um empréstimo e exige ser pago com juros, ele introduz apenas o dinheiro emprestado na oferta de dinheiro; não introduz nenhum dinheiro para cobrir o pagamento dos juros que podem, a longo prazo, ser maiores que o próprio dinheiro emprestado. O resultado gerado pelo actual sistema financeiro é uma falta crónica de dinheiro que limita artificialmente a produção e o consumo. Isto, por seu turno, leva ao aumento exponencial dos débitos pessoais, empresariais e governamentais, crescimento económico desperdiçador, degradação ambiental, incapacidade dos sistemas de saúde e ensino, quebra social, tensões financeiras desnecessárias, e por aí adiante. Devido à sua natureza essencial, bem como às suas consequências infames, já é altura do sistema de reservas fraccionadas ser rejeitado como imoral.
Proponho por isso que, antes de ser possível a introdução de uma economia distributista tal como defendida pelo Mr. Storck, devemos primeiro considerar a reformulação do actual sistema financeiro de acordo com princípios distributistas. Pois o mais importante tipo de propriedade que precisa de ser mais justamente distribuída é o dinheiro, pois o dinheiro como meio universal de troca, proporciona aos seus detentores os meios necessários para obter qualquer bem ou serviço.
A doutrina do Crédito Social, desenvolvida pela primeira vez no início do século passado pelo engenheiro escocês C.H. Douglas, pode ser considerada como uma alternativa distributista ao sistema de reservas fraccionadas. Esta proposta consiste em várias políticas concebidas para funcionar em conjunto. Em primeiro lugar, as reservas fraccionadas seriam substituídas pelas reservas totais, para que os bancos já não pudessem criar a maior parte da oferta de dinheiro de um país para lucro pessoal. Ao invés, um Gabinete Nacional de Crédito (GNC) seria incumbido da responsabilidade de assegurar que a oferta de dinheiro é sempre igual à capacidade produtiva da economia, de tal modo que o poder de compra seja suficiente para liquidar a oferta. O novo dinheiro criado pelo GNC seria considerado um serviço social, daí o termo “Crédito Social”. Isto significa, por seu turno, que seria introduzido na economia livre de débitos e juros. Algum deste novo dinheiro seria utilizado para financiar as despesas governamentais na saúde, na educação, em infra-estruturas, na defesa e por aí adiante (eliminando a necessidade de impostos); algum deste dinheiro seria distribuído a cada cidadão na forma de um dividendo social que garantiria a todos um rendimento mínimo (eliminando a carência e as formas mais graves de pobreza); e algum seria utilizado para financiar o sector retalhista ao mesmo tempo baixando os preços dos bens e serviços para os consumidores (permitindo recalibrar todo o sistema e impedindo a inflação)*.
Infelizmente, está para além do âmbito deste artigo dar à doutrina do Crédito Social a exposição mais clara e a defesa que merece. Apresento-a aqui brevemente na esperança de que mais pessoas reconheçam a existência de uma alternativa viável ao sistema monetário capitalista, alternativas que, se adoptadas a tempo, significam a diferença entre – como disse Douglas – o regresso às trevas, ou a emergência dum dia de tal esplendor como nunca foi imaginado.
posted by Nacionalista @ 4:26 da tarde, ,
A Banca que pague a crise!
posted by Nacionalista @ 4:24 da tarde, ,
Tão democratas que eles são
posted by Nacionalista @ 4:22 da tarde, ,
Michels e o problema da elite
A leitura global dos escritos de Michels revela que ele tem por adquirido a noção de elite e provada a sua existência real nos pontos de vista histórico e sociológico. As formulações anteriores de Mosca e Pareto, que cita, são aceites no essencial da sua fenomenologia, mas apresenta uma perspectiva autónoma para a evolução da minoria do poder.
Coincide com os seus antecessores em que a minoria dirigente não é uma realidade homogénea, definível num bloco. É uma realidade multifacetada e dividida. Antecipando-se a muitos tratadistas, fez a distinção entre classe dominante e classe política, recusando simplismos que interpretam a segunda como um mero instrumento da primeira. Segundo as suas verificações, os grupos económicos buscam com efeito influenciar o poder político, no entanto não existe a relação de dependência apregoada pelos marxistas e, frequentemente, os elementos plutocráticos desintegram-se por serem incapazes de reconhecer e utilizar corporativamente a sua própria força real. As elites económicas são para ele plurais e concorrentes, alinhando pelos interesses dominantes em jogo, que acontece serem contraditórios. E Pareto e os seus interesses económicos não andam longe desta conclusão. Grandes rentistas financeiros e patrimoniais, grandes interesses industriais, grandes importadores e grandes exportadores, grandes banqueiros, grandes especuladores, grandes interesses agrícolas, seriam à luz do seu Curso académico categorias identificáveis[1].
A diversidade de motivações e interesses até antagónicos no plano económico-financeiro explicariam a dificuldade em agir concertadamente, embora a força disponível, considerada em si mesma, parecesse garantir um papel substancial no jogo político.
A visão fragmentada da elite da ordem económica combina-se com a concepção heterogénea da elite política. Nos seus estudos sobre a classe política, ele aceita a contribuição paretiana no que diz respeito às verificações fundamentais, mas concebe a classe política como uma intercepção de círculos correspondentes a três sectores: o primeiro, político, no sentido mais estritamente volitivo; o segundo económico; e o terceiro intelectual[2]. Cada círculo de poderosos tem as suas inclinações próprias e os seus conflitos, e é precisamente nas relações entre estes três grupos que reside a dinâmica da classe política, constituída por assim dizer por três feixes de forças convergentes e conjugadas, que podem conhecer as mais diversas combinações. Michels dá uma atenção especial à componente intelectual, que não raro desfruta de uma posição predominante, pois pode surgir à frente de todos os partidos sem distinção e capitanear revoluções. Todavia também os intelectuais influentes se encontram divididos entre os que actuam nas profissões liberais e os que desempenham tarefas no seio do Estado: ainda que apresentem as mesmas qualificações universitárias têm inclinações muito diferentes[3].
Michels oscila entre uma apreciação do trabalho dos intelectuais onde ele próprio se insere e uma condenação da sua intervenção política no sentido de Georges Sorel, que lhes recrimina a inércia e a nocividade, no do sindicalista Berth, que os considera uns parasitas interclassistas, no de Léon Daudet, que os vê como escravos do capitalismo, no de um Julien Benda, que qualificando-os de clercs os estigmatiza como traidores à missão científica em que haviam sido investidos[4]. Michels move-se num campo dividido com simpatias evidentes pela intelectualidade, como aliás o seu mestre Mosca, que esperava ser escutado por uma classe dirigente inteligente, ao jeito de Platão. Seja como for, ele sublinha a força da componente cultural na elite política e mostra, se assim se pode dizer, a sua operosidade multifacetada, o que lhe merecerá criticas excessivas. Liga-a ainda ao parlamentarismo e à exploração da pluralidade de forças políticas, na complexa teia da minoria dirigente na sua faceta volitiva, intelectual e plutocrática[5].
Simplesmente o esquema encontra-se em crise, pois para ele o fascismo italiano e o nacional-socialismo germânico já tinham provado que a hegemonia se estava a concentrar no círculo volitivo, ou seja, na vontade de poder, no elemento político, em prejuízo dos componentes económico e cultural[6].
Esta dinâmica mostra que o modelo de elite é susceptível de se modificar com sortes alternativas para cada componente. E ele distingue pelo menos dois tipos históricos, acessíveis à observação: a elite que domina as democracias liberais e a que dirige os sistemas autocráticos.
Na aparente diversidade de forças políticas das democracias, Michels descobre uma multiplicidade de elites políticas, «que disputam o poder sob a forma de partidos políticos dirigidos por um estado-maior especial»[7]. A rotação é a regra e este jogo dá oportunidade a cada secção da elite de chegar à máquina do Estado. A manutenção no poder é breve e as elites opositoras desfrutam da garantia de constituírem uma alternativa reconhecida. É oportuno notar que este colaborador de Weber evita frontalmente entender os partidos políticos como uma forma de estratificação política, ainda que o pudesse fazer, pois tinha-os anteriormente descrito como organizações de classe. O poder, como princípio estratificante, não hierarquiza partidos na ordem política, antes impõe uma divisão entre elites e massas, fortes e fracos[8]. A luta entre os partidos pelo controlo do poder decifra-se, na sua sociologia, como uma luta entre elites que se servem dos partidos para chegar às posições eminentes.
O arranjo democrático de elites concorrenciais, em condições de arena, suscita-lhe desconfiança e atribui-lhes algumas debilidades tais como a insegurança, a perda de tempo, a falta de preparação dos dirigentes, a ausência de honradez na condução dos assuntos públicos. E tais carências, difíceis de superar no sistema, salientam-lhe a vantagem de um outro tipo de elite, única e forte, de tendência antidemocrática, que com êxito adia as expectativas de alternância que legalmente acalentariam as outras elites partidárias. A elite única governaria então com liberdade e amplitude, tendo de enfrentar o ressentimento das elites afastadas do círculo do poder a título definitivo. A própria concepção de partido político de elite traduz a importância que ganhara a concepção de um governo aristocrático na análise da conjuntura. Michels entendera que para lá dos partidos clássicos, depois da Primeira Guerra Mundial surgira, no teatro europeu, um novo tipo de partido e mostrou que a diferença relativamente aos antigos se encontrava na direcção, que é integrada por uma elite antidemocrática. Feita a unificação da elite política não se exige mais que um salto do partido para o Estado.
Se a sua simpatia se inclinava para estas novas aristocracias socio-políticas, também é certo que soube ver os limites que elas teriam. Conclui que se debateriam entre a vontade de integrar massas cada vez maiores, de forma a impressionar pelo número de filiados, e o impulso de defender a coesão de uma porção restrita de homens determinados e qualificados, aplicando mesmo numerus clausus ao partido. É evidente que a importância das massas, do seu apoio e consentimento, se torna para os novos partidos um princípio a ter em conta, porque como descobria Michels, «a elite já não pode conservar o seu poder sem o consentimento explícito ou tácito das massas, de que depende de muitas formas»[9]. E a necessidade dessa aprovação determinará em muitos parâmetros a rigidez e a flexibilidade da minoria dirigente. O pêndulo – como escreveu – oscilará entre as necessidades de avolumar os filiados a ponto de coincidirem com a população e a vontade de manter a homogeneidade, que é um penhor da força da própria elite partidária[10].
[1] Cfr. Roberto Michels, Introducción a la Sociologia Política, Buenos Aires, Editorial Paidós, 1969, p. 113.
[2] Robert Michels, Nuovi Studi sulla Classe Política, Dante Ahghieri, Roma, 1936, pp. 150 e sgs.
[3] Idem, ibidem.
[4] Idem, ibidem.
[5] Roberto Michels, Introducción a la Sociologia Política, Op. cit., p. 111.
[6] Idem, ibidem, p. 111. O componente intelectual requer, para se afirmar, poder e dinheiro (ibidem, p. 105).
[7] Idem, ibidem, p. 112.
[8] O seu conceito de partido é tributário explicitamente de Max Weber, que cita como autoridade. Cfr. Idem, ibidem, p. 125.
[9] Idem, ibidem, p. 141.
[10] Idem, ibidem, p. 142.
posted by Nacionalista @ 1:32 da manhã, ,
Na encruzilhada, que fazer?
quarta-feira, março 08, 2006
A ler no Causa Nacional.
posted by Nacionalista @ 1:16 da manhã, ,
Rexismo
posted by Nacionalista @ 12:15 da manhã, ,